El gobernador atribuyó los buenos índices de ocupación a las políticas del Gobierno nacional. Dijo que no sólo aumentó el salario, sino que también se empiezan a conocer los precios de referencia. "Eso se ve en Mar del Plata", aseguró.
Está en sus genes. A pesar de que estaba de camisa manga corta tomando mate a metros del mar, Axel Kicillof volvió ayer a reflejar su pasión por la economía: en la presentación del programa de actividades recreativas de la Provincia en Mar del Plata, el gobernador bonaerense dio las razones por las que, a su entender, la temporada “estalla” de público.
El ex ministro de Economía pareció volver por unos instantes a su antiguo rol al explicar al detalle las medidas del Gobierno nacional que le permitieron a la gente tener “un mango más en el bolsillo” para veranear.
La exposición fue en el Museo MAR, donde estuvo acompañado por el intendente Guillermo Montenegro –lo ubicaron a la derecha del gobernador y soportó estoicamente los dardos del mandatario a la gestión de María Eugenia Vidal–. El ministro del Interior de la Nación, Wado de Pedro; el de Turismo y Deportes, Matías Lammens; el de Producción bonaerense, Augusto Costa, y la de Desarrollo de la Comunidad, la marplatense Fernanda Raverta, se sentaron en las otras sillas dispuestas en el escenario.
Abajo lo escuchaban con atención y lo aplaudieron con ganas empresarios turísticos (entre ellos el director del multimedios LA CAPITAL, Florencio Aldrey), funcionarios, legisladores y concejales del Frente de Todos. Kicillof destacó que la presentación de las actividades de verano –más de 100 en lugares al aire libre, teatros y centros culturales– reflejaba el trabajo conjunto de la Nación, la Provincia y los municipios. “Los tres niveles de gobierno trabajando con un mismo objetivo, así que también tengo que agradecer al intendente de Mar del Plata”, dijo. Y aseguró que “el verdadero federalismo es eso”.
Enseguida pasó a hacer su balance parcial de la temporada. “Está espectacular, está que estalla. No solo por los días sino por la ocupación, por las estadísticas”, observó. “Hay datos objetivos. Está siendo seguro la mejor temporada de los últimos cuatro años”, agregó.
El gobernador contó que Raverta le envió en la semana la nota del diario LA CAPITAL en la que el productor Carlos Rottemberg anticipaba cifras auspiciosas de asistencia a los teatros. “Hay un 17% más de venta de entradas. Es casi un quinto más”, hizo notar. Y subrayó que la ocupación, que “veía en caída libre”, también se recuperó.
Entonces avisó que iba a hacer “una pequeña reflexión” sobre por qué sucedía esto. “Yo atribuyo el éxito de esta temporada, en parte, a las expectativas. Porque es cierto que se respira otro clima. Es cierto que la sociedad, en amplísimos sectores, está como más expansiva, está con ganas. Y esto es realmente algo para festejar, pero la verdad no alcanza ni con las expectativas ni con las ganas ni con las aspiraciones. Tiene que también haber hechos”, indicó.
Y no tardó en acotar: “Yo le atribuyo lo bien que empezó esta temporada y lo bien que va a seguir a las políticas implementadas por el gobierno nacional de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner“.
En ese momento, Kicillof aclaró su intención de “hablar un poco de economía”. Mencionó que venía cayendo “sistemáticamente el salario real” y que “venía aumentando el desempleo y las condiciones de vulnerabilidad social”. Pero ahora “la gente anda con un manguito más en el bolsillo y con una perspectiva de que esto va a dejar de empeorar y va a empezar a mejorar”.
Eso “se ve en Mar del Plata”, señaló. Comentó que la ciudad “es una expresión y una vidriera de cómo funciona el mercado interno”, y que el lugar para medir cómo está la clase media y los sectores populares “es Mar del Plata en la temporada turística”.
“La gente tiene un mango más y si antes venía dos días, viene tres; si antes no iba a un espectáculo, ahora va a uno. Probablemente no se haya recuperado todavía porque va a llevar mucho reconstruir esas condiciones generales, pero empezamos y se ve en Mar del Plata”, insistió.
Salarios y tarifas
Kicillof se metió de lleno en el análisis de los factores que influyen en la economía familiar. “Que los salarios y las jubilaciones se empiecen a recuperar después de tanta caída fue una política de Estado”, empezó. Y siguió: “Uno tenía la sensación de que no sabía cuánto le iba a costar llenar el tanque de nafta la semana que viene. No sabía cuándo venía el guadañazo. No sabías cuánto te iba a llegar en la factura de luz. Y no dependía de tu consumo. No sabías qué te iban a cobrar en los peajes. No sabías porque no tenías precios de referencia”.
“Los aumentos permanentes generaban pérdida en el poder de compra pero además la incertidumbre acerca de cuáles iban a ser tus gastos del mes que viene. ¿Cómo alguien se va a ir tranquilo a descansar en vacaciones con un puchito que tiene si no sabe si cuándo vuelve va a tener un aumento en la luz, que en el caso de la provincia era del 25%”, recordó.
Montenegro, delfín de Vidal, ni pestañeaba. “Cuando asumí sabía que el gobierno anterior había firmado un aumento de la luz del 25% para después. Medida insólita. Había terminado el gobierno pero habían dejado la política”, lanzó el gobernador. “Había una dinámica de crecimiento desmedido de algunos renglones del gasto de las familias y de las empresas. No solo eran desmedidos sino absolutamente desconocidos, inciertos”, insistió.
En esa línea, destacó que “los peajes no van a subir porque esa fue una decisión del gobierno de la provincia de Buenos Aires en coincidencia con la decisión de Alberto Fernández”. En ese momento, Montenegro sí se movió: hizo un gesto en señal de aprobación. “Porque son unos mangos más que tenés para gastar en la ciudad”, explicó el gobernador.